Programa de atención a familias de periodistas

La Fundación Luca de Tena mantiene un programa de atención a familias de periodistas fallecidos, que va desde la vertiente informativa, orientativa y formativa, hasta la atención terapéutica. Cuando las familias lo precisan, se les acompaña en este proceso con el objetivo de ayudarles a entenderlo y apoyarles en la elaboración de su pérdida de una forma natural, permitiendo que se dé el tiempo que cada situación precise.

Se ofrecen los siguientes servicios:

 

Atención social

  • Se realiza una atención centrada en la persona y/o familia para satisfacer sus necesidades, potenciando sus capacidades y movilizando todos los recursos disponibles para lograr superar los obstáculos que dificultan la satisfacción de las mismas.
  • Se proporciona información, orientación y asesoramiento sobre recursos y actuaciones que permitan una elaboración natural de la pérdida y del duelo.
  • Orientación formativa y laboral: este servicio está orientado a la elaboración de itinerarios personalizados para el acceso al empleo.

 

Atención socio-educativa

  • Se interviene desde un enfoque de la Educación como factor resiliente, para facilitar que los niños y jóvenes, huérfanos de periodistas y de empleados de prensa, sientan que son agentes activos de su propia recuperación, desarrollo de sus capacidades y crecimiento.
  • Se proporciona apoyo, orientación y acompañamiento socioeducativo a los hijos huérfanos para promover, estimular e incentivar sus estudios, habilidades sociales y autonomía, para que les permita integrarse activamente en el mundo adulto y les sirva como indicador de que son agentes activos de su crecimiento y evolución.
  • Prestación económica de estímulo al estudio: BECAS 2023-2024
  • Apoyo socioeducativo

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Atención terapéutica

  • La Fundación Luca de Tena está presente también en momentos difíciles de la vida de los familiares de periodistas, como por ejemplo cuando pierden a un ser querido y se inicia el duelo. El duelo es un proceso normal que sigue a la muerte de un ser querido. Lo natural es que duela, que implique un tiempo de adaptación (que será diferente para cada persona) y suponga poner en marcha herramientas personales para ir resolviéndolo. Forma parte de nuestro ciclo vital, pero en nuestra sociedad no se nos educa ni prepara para el momento de vivirlo, generándose, en ocasiones, situaciones de bloqueo, confusión e incertidumbre sobre qué hacer o cómo abordarlo con los hijos.
  • El proceso elaboración de duelo implica una realización de tareas por parte de los miembros de la familia, según el ritmo y situación de cada una.
  • Para aceptar la realidad de la pérdida y trabajar las emociones se facilita un espacio seguro a las familias para que puedan expresarse, pues a veces es difícil encontrar ese espacio de diálogo en casa, al doler demasiado y no saber cómo hacerlo. Es necesario reconocer y trabajar el dolor para seguir avanzando.
  • La familia ha de adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente. Esto significa cosas diferentes para personas distintas, dependiendo de cómo fuese la relación con el fallecido y de los distintos roles que desempeñaba. La función de asesoramiento consiste en apoyar a la familia en la redefinición de su pérdida y elaboración de la estrategia de afrontamiento de la nueva situación a la que han de adaptarse.
  • En este proceso de elaboración del duelo son las familias las que marcan el ritmo, pues son ellas quienes mejor saben cuándo están preparadas para dar el siguiente paso. Los profesionales les ayudan a encontrar un lugar adecuado para el fallecido en su vida emocional, un lugar que les permita continuar su vida de manera eficaz en el mundo.
  • Sesiones de psicoterapia:
  • En ocasiones, las personas precisan otro tipo de apoyo para continuar con su proceso. Es por ello, que se contemplan las terapias individuales y/o familiares para aquellas situaciones que se consideren oportunas abordar desde un espacio distinto.

Fortalecimiento personal

  • Se facilita un espacio de encuentro y ayuda mutua que permite compartir experiencias y necesidades de las personas que han sufrido una pérdida familiar.
  • Con esta finalidad se desarrollan actividades como Encuentros familiares, Campañas Solidarias, actividades juveniles, y otras. (Ver actividades)