La Fundación Luca de Tena presta atención educativa, social y psicológica a las familias de periodistas que han sufrido la pérdida del padre o madre de familia. Aquí, algunos de los testimonios a los que la Fundación ha prestado esa atención.
Otros testimonios:
Teresa Pardo
Hace 18 años que murió mi marido. Mediaba noviembre y empezaba un invierno frío y demasiado gris. Teníamos 2 hijos que entonces tenían 5 y 3 años. La vida se paró también para mí.
A los pocos meses alguien me puso en contacto con la Fundación Luca de Tena y fui allí sin saber con mucha claridad para qué. En principio la ayuda se materializó en unas becas para los niños que sin duda me daban un gran respiro y han sido durante años de los pocos ingresos regulares que he tenido en mi irregular vida laboral, y para ellos además de apoyo han sido un estímulo.
Hoy tengo 48 años y cuando recuerdo lo que la Fundación ha supuesto para nuestras vidas lo primero que me viene es apoyo y calor, después momentos de conversaciones largas donde podía verbalizar los mil avatares de la educación de mis hijos o de mis propias incertidumbres, tenia un espacio acogedor donde sabia que encontraría el cariño, la inteligencia y la bondad de unas personas que se entregaban absolutamente a mis asuntos…a cambio de nada.
Y como no recordar la cantidad de viajes, excursiones, fiestas de Navidad etc etc donde hemos encontrado familias en situaciones parecidas con quienes hemos compartido risas, alguna tristeza y mas risas, muchas risas que han sido un bálsamo, un paréntesis, una alegría. Familias que hemos llevado caminos paralelos, nuestros hijos han crecido cerca y nos hemos ido entrecruzando ampliando los limites de nuestra propia historia, enriqueciendo con su presencia, doliente o alegre, nuestra propia historia.
Y en el espacio de la Fundación, siento que hemos tenido la oportunidad y la ayuda para ir abriendo puertas y abriendo ventanas entre todos.
Y a todos mi agradecimiento y a todos mi cariño.
Carmen Alegre
Cuando las personas se encuentran en una situación delicada, intentamos ponernos a su lado para comprender, pero yo creo que no se puede sentir lo mismo si no se vive esa situación personalmente; por eso la Fundación ha sido para mi un refugio donde se comparte sin encontrarse violenta; otra bombilla en el medio del túnel.
José Luis Casaus
Se calla la canción de nuestras vidas y queda en suspendo la vida misma, la noche más fiera se nos echa encima e impone el potente silencio más temido, hasta las flores se tornan severas: la desesperanza se instala a hierro.
Pero los hijos exigen pronto la vuelta a lo cotidiano, la atención preferente, exigen su felicidad. Hay que reunir otra vez las fuerzas (familia, amistades, sueños aparcados, ánimos, trabajo, ilusiones pendientes,…) para recuperar de nuevo la esperanza.
Ahí aparece nuestra Fundación, que suma comprensión, solidaridad y cariño a nuestras fuerzas para volver a lo que nos puede sostener, para que la simiente de la esperanza acabe por reventar.
Para mí familia, pues, la Fundación Luca de Tena significa, sobre todo, ESPERANZA.
Rafi Delgado
Después de muchos años de ausencia recibí una carta comunicándome las clases de costura y manualidades, aprovechando la oportunidad para romper el hielo. De lo cual me alegro cada día, pues los miércoles son para mi una entrega y recibimiento de cariño con está familia que es la Fundación.
Victoria García
Esta Fundación para mi es todo, después de mi casa, es la segunda casa, a parte que mis hijos han podido estudiar sin lo cual no hubiesen podido.
Todas las actividades que hay, para mi han sido muy buenas por parte de profesores y compañeros.
Que sigan así. ¿Qué puedo decir que no haya repetido ya tantas veces?
Virginia Domínguez
Para mí, la Fundación ha sido un apoyo tanto psicológico como material. Cuando tengo un problema sé que en este centro hacen todo lo que está en sus manos para solucionármelo. Y sobre todo y muy importante: me siento escuchada por las personas que están en contacto con nosotros.
Pienso que al contrario que en muchas instituciones, aquí se recibe un trato muy personalizado.
Creo que para mis hijos la Fundación ha significado un aporte de confianza extra y un adaptarse a las normas fuera de casa.
Andrea Moyano
Para nosotros significa principalmente ayuda, pero no una ayuda simplemente económica. Si no algo más, es sentirse parte de una gran familia que esta siempre que los necesitas con su apoyo y consejo.
Rosa Vázquez
Tanto para mí, como para mis hijos, la Fundación ha sido mucho por varios motivos:
Nos han ayudado en los problemas personales que hemos tenido, brindándonos siempre apoyo y comprensión, y escuchándonos siempre.
Han ayudado a nuestros hijos a realizar sus estudios, echándoles una mano si era preciso para que salieran adelante.
Así mismo la Fundación nos ha servido para aprender muchas cosas y pasar momentos agradables con las distintas actividades que han organizado a lo largo de todos estos años.
Por todo esto y mucho más, estaré siempre agradecida.
Dulcenombre Revuelto
La primera noticia de que existía una Fundación para huérfanos y viudas de periodistas en Madrid, la tuve a través de una vecina mía, Charo. Cuando me quedé viuda me habló de ella.
Nunca me gustó inspirar pena o algo parecido y desestimé la idea de pasarme por la Fundación de la que me habían hablado. Pensé que era lo suficientemente autosuficiente como para poder salir sola de tal trance, dedicándome a mis hijos, claro.
Al cabo del año, ya más repuesta del “palo”, pensé que quizá no fuera tan mala idea enterarme al menos de lo que era esta institución. Y me pasé por allí. Y, sin darme casi ni cuenta, me encontré inmersa (nos encontramos, mis hijos y yo) en una segunda familia, acogedora, cariñosa, atenta a cualquier problema o necesidad que tuviéramos.
Nos ayudaron moral y económicamente (con becas para los chavales, en cuanto a lo económico) y con cariño, actividades, excursiones, diversas reuniones que me/nos permitieron frecuentar a otras personas con nuestras mismas problemáticas.
Les estamos muy agradecidos y saben que cuentan con todo nuestro cariño, respeto y colaboración.
Inés Fernández
Soy Inés Fernández Feijoo, viuda de Emilio García-Merás, que empezó a ejercer el periodismo en el diario Arriba y después de pasar por distintos medios, se lo llevó el cáncer cuando editaba y dirigía la revista Turismo y Economía.
Fue Tomás Bárbulo, también beneficiario, amigo de Emilio, quién me habló de la Fundación Luca de Tena. Me dijo que allí me ayudarían. Cuando llegué, comprobé que era cierto. Es una institución dedicada a la atención de huérfanos y viudas de periodistas. Con becas de ayuda a los estudios, la atención psicológica, la organización de diversas actividades formativas, literarias, cine fórum, visitas, excursiones, fiestas; te ayudan a buscar empleo, ….cualquier cosa que necesitemos. Y lo que es más importante, sin tener que pedirlo. Están atentos a todo lo que podamos necesitar.
Todo esto está muy bien, porque podemos aprender, descubrir, compartir cosas que de otra forma no sería posible, ya que la mayoría nos quedamos en la miseria. Los periodistas, ya se sabe, se vuelcan tanto en su profesión, que no viven en el mundo real.
Pero lo más importante que yo he encontrado en “la fundación” es la ternura y el amor de una gran familia. No olvidaré jamás, el primer contacto con la Fundación y la forma tan cariñosa como me acogieron. Después, el primer encuentro con el resto de la gran familia de “la fundación”. Fue una excursión a Faunia. Nadie se compadece de ti, porque todos están en la misma situación. Todos te escuchan, si quieres hablar y te respetan si no lo quieres hacer. Y también todo el mundo disfruta: grandes y pequeños, incluso los adolescentes. Algo que resulta, a veces, tan difícil, como es viajar juntos personas de distintas edades e intereses. En “la fundación” es posible.
Cada año llegan nuevos beneficiarios y todos se contagian del espíritu de “la fundación”.
Son tantas las sensaciones agradables, siempre que nos reunimos
Se han incorporado otros profesionales, Alejandro, María. Cada año llegan nuevos beneficiarios y todos se contagian del espíritu de “la fundación”.
Son tantas las sensaciones agradables, siempre que nos reunimos, en las excursiones, en las fiestas, que no tengo palabras. Siento una gratitud inmensa. No sé que hubiera sido de nosotros sin la Fundación Luca de Tena.
Mª Victoria Arroyo
Mi nombre es Mª Victoria Arroyo, soy madre de cuatro hijos y viuda de D. Miguel Garcia Recuero, que dirigió el área de Fotocomposición del Diario El País, donde trabajó desde su fundación.
Quiero hablar de cómo me ha ayudado la Fundación Luca de Tena.
Mi hijo Miguel, el pequeño recibió una beca para cursar sus estudios universitarios.
Al mismo tiempo, yo he encontrado muy buenas amigas que me han enseñado a seguir viviendo con alegría y sentirme útil en sus diferentes talleres.
Por todo esto, quiero dar las gracias a todo el personal que la componen y a todas las empresas que con su colaboración hacen que la Fundación Luca de Tena sea una gran familia.
Con todo cariño, Marivi
Marta Duque
Una mañana de viernes, hace ya siete años, de madrugada me despertó el timbre de la puerta. Era la policía que me anunciaba en ese instante que mi marido había tenido un accidente de tráfico. Creo que fue el momento más difícil de mi vida hasta este momento.
Mi vida cambió de la noche a la mañana, sin que nada ni nadie me hubiese preparado para esa situación. Mi hijo Jaime tenía 7 años, Alejandra estaba a punto de cumplir 4, y yo acababa de celebrar mi 37 cumpleaños.
Los primeros momentos de una perdida así son casi una locura, la vida se convierte durante un tiempo en una batalla por superar únicamente el día a día, casi cada hora, e intentar aprender a vivir tu nueva vida, que es completamente diferente.
En los días o semanas posteriores, no recuerdo con exactitud, una amiga me habló de la fundación Luca de Tena. Ofrecían ayuda a viudos y viudas de periodistas. Al principio no tenía ganas de ir a ningún sitio a conocer a nadie, aunque fueran a ayudarme. Aún así, mi amiga me animaba a ir, y tardé más de un mes en aparecer por primera vez.
Desde el primer momento, todos y cada uno de los miembros de esta fundación, que no me conocían de nada, y que no me pidieron absolutamente nada, se volcaron en escucharme y ayudarme, con todos los medios que tenían a su alcance, y por supuesto sin pedir nada a cambio.
Comencé una terapia psicológica, y posteriormente empecé a obtener una beca para los estudios de mis hijos.
Pero, lo más importante que recibí desde el primer momento en que atravesé su puerta, fue apoyo, empatía, que para mi era mucho más importante en esos momentos que la compasión, y sobre todo, un cariño enorme y desinteresado que, a día de hoy, es un sentimiento mutuo con todos ellos.
Gracias por poneros en nuestra piel, gracias por ayudarnos con nuestros hijos, que son nuestro mayor tesoro, gracias por estar ahí para cualquier cosa que necesitemos, y gracias por apoyarnos siempre……en definitiva, MILLONES DE GRACIAS!!!
Rodrigo García-Meras
Para mí la fundación es un punto de encuentro con gente que está en la misma situación que yo, una segunda pandilla de amigos con los que comparto actividades, excursiones, fiestas de navidad, etc. Aunque seamos todos muy diferentes unos de otros, las circunstancias que nos han reunido en la fundación son más que suficientes para crear un vínculo de amistad y compañerismo que de otra forma no habría sido posible.
José Luis Casaus
A veces con la evolución implacable de las pesadillas y otras tantas en un instante…el papá, la mamá mueren obscenamente. Tu mundo, entonces, funde a negro y se instala en él la noche más fiera con visos de no terminar en madrugada. Hasta el aire y el aliento duelen y la llantina de los niños inunda la casa de melancolía. Se desnuda la vida desatenta, el alma agoniza y la mitad de las caricias se evaporan.
Pero un día amanece. Con el primer lucero del alba, la mañana de tan dorada se va haciendo miel y coincidiendo con las doce en el reloj, la esperanza que dabas por extraviada se da a conocer otra vez. Surge de la nada lo más parecido a lo que solemos entender por familia: cariño y apoyo incondicionales. Entra en acción la Fundación Luca de Tena, la mía. Y ya no se parece a una familia: ES UNA FAMILIA.
Adrián, Darío y Rosa
Esta palabra es la que mejor define el sentimiento que tengo hacia la fundación.
Gracias, porque cuando pasaba por el peor momento de mi vida, me localizasteis y sin yo pedirlo, me ofrecisteis un gran apoyo moral y económico.
Gracias, por hacernos sentir como una gran familia, aunque no nos conozcamos mucho.
Gracias, por habernos rodeado siempre de profesionales encantadores y que han disfrutado de su trabajo con nosotros.
Gracias, por seguir preocupandoos de nosotros y ayudándonos, después de tantos años.
Gracias, ¡¡¡¡A vosotros por ser como sois!!!!
Gracias, de corazón