La Fundación evalúa anualmente el funcionamiento de los proyectos en marcha con la comprobación de una serie de indicadores establecidos al efecto que están recogidos en el sistema de procesos de trabajo de la entidad y que sirven para medir el grado de cumplimiento de los objetivos planteados en cada uno.
Las fuentes de verificación se obtienen tanto de los técnicos que intervienen en los proyectos como de los propios usuarios que participan activamente en el proceso, aportando una importante retroalimentación en cada actividad.