La Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra publicó ayer el Digital News Report, correspondiente a 2019, un informe que supone todos los años un termómetro de las principales tendencias sobre periodismo, especialmente periodismo digital en España. El informe se basa en más de 2.000 entrevistas realizadas a internautas españoles durante el mes de enero y febrero de 2019. El estudio forma parte de la mayor investigación global sobre consumo de medios coordinada por la Universidad de Oxford en 38 países.

Una de las principales conclusiones del informe es que a pesar de los recientes esfuerzos de los medios de comunicación y empresas tecnológicas por generar mayor credibilidad pública, la confianza de los internautas españoles en las noticias sigue cayendo y apenas un 42% de los usuarios confía habitualmente en la información que recibe, frente a un 32% de escépticos.

«La crispación política y social de los tres últimos años ha contribuido al descrédito institucional de los medios informativos en España, cuya credibilidad se ha desplomado diez puntos desde 2017, pasando del 51% en aquel año al actual 42%», subraya el informe.

La creciente desconfianza en los medios -mayor en las generaciones más jóvenes-, según el estudio, no sólo afecta a los soportes más tradicionales sino que se agrava en el caso de las noticias distribuidas a través de medios sociales como Facebook, Twitter o WhatsApp o de buscadores como Google, que apenas cuentan con un 25% y un 34% de confianza pública respectivamente.

Ante este panorama, «no extraña que la mayoría de los internautas españoles (68%) declare estar preocupado por discernir lo que es verdadero o falso en Internet y haya tomado medidas para prevenirse ante el riesgo de desinformación o manipulación informativa». Los datos muestran que el 85% de los encuestados modificó sus hábitos informativos en el último año para combatir los bulos o noticias falsas.

Entre las medidas adoptadas, destaca la consulta de una misma información en varias fuentes (56%), dejar de compartir informaciones poco fiables (40%), abandonar aquellos medios de dudosa credibilidad (29%) o ignorar los mensajes difundidos por personas poco fiables (28%).

La buena noticia para las marcas periodísticas es que un 20% de los encuestados reforzó su confianza en aquellos medios más creíbles. Este mayor uso de las marcas reputadas se incrementa en el caso de los internautas que más se fían de los medios (27%), mientras que los más críticos optan por dejar de consultar fuentes o compartir noticias, pero no vuelcan su atención hacia esas marcas creíbles. Este diferente patrón de conducta ante el fenómeno de la desinformación podría agrandar la brecha existente entre aquellos ciudadanos que más confían en los medios y los escépticos, generando un efecto Mateo: aquellos que confían en los medios tienden a consultar más y mejores fuentes, mientras que aquellos que no se fían cada vez desconfían más y consultan menos medios creíbles, ahondando en su propio escepticismo informativo.

Inmediatez pero no profundidad ni vigilancia

Muy vinculados a la desconfianza y a la proliferación de bulos, los medios españoles tienen que hacer frente a un incremento del hartazgo informativo por parte de los encuestados -un 26% de los usuarios declara estar cansado de la cantidad de noticias que se encuentra a diario-, indica el informe, y agrega que no es de extrañar que más de un tercio de los internautas confiese que evita habitual y deliberadamente leer las noticias. Ante este panorama complejo, surge la pregunta de si los medios están o no cumpliendo su misión de servicio público que cabría esperar de ellos.

Para responder a esta cuestión, este año se pidió a los encuestados que valorasen el desempeño de los medios de comunicación españoles en torno a cinco dimensiones: la función de ofrecer información actual de manera inmediata; la función de ayudar a comprender, con profundidad, los sucesos del día; la función de vigilar a la gente poderosa; el nivel de relevancia pública de los asuntos que conforman la agenda informativa; y el tono -más o menos negativo- de los enfoques de las noticias.

La mayoría de los internautas españoles (67%) valora muy positivamente la inmediatez de los medios a la hora de informar sobre los que acontece a diario, pero sólo la mitad (53%) considera que aporten la debida comprensión y profundidad, y apenas un 40% estima que se esté cumpliendo su misión de perro guardián y vigilante de los poderosos. Por lo que se refiere a las funciones más relacionadas con la capacidad de los medios de fijar la agenda informativa de los ciudadanos, un 24% de los encuestados manifiesta que los temas elegidos le son irrelevantes y un 36% percibe que los medios utilizan un tono excesivamente negativo en sus informaciones.

«No sorprende que el grado de confianza en los medios influya significativamente en la percepción de la función social de las empresas informativas y -una vez más- explique la brecha entre un grupo de ciudadanos que se fía de ellas y que valora muy positivamente su misión de servicio público, especialmente sus funciones de vigilancia de los poderosos y de explicar con inmediatez y profundidad temas percibidos como relevantes; y otro grupo escéptico, cuya percepción es muy crítica con el rol desempeñado por los medios».

Pago por contenidos

Si lo que más valoran los internautas es que los medios españoles ofrezcan información inmediata -algo muy abundante y gratuito- pero no aporten algo más diferenciado como es la comprensión de los asuntos y la vigilancia de los poderes políticos y económicos, «quizá hemos encontrado una de las claves para explicar la resistencia del público a pagar por noticias digitales», indica el informe.

Los datos de la encuesta muestran que sólo el 10% de los internautas pagó por información digital durante el año pasado en cualquiera de sus múltiples modalidades (pago por unidad, suscripción individual o combinada, o donación). Esta cifra apenas ha variado desde 2015, no sólo en España, sino en la mayoría de países analizados. De manera paralela, el pago por prensa sigue su senda bajista y apenas un 39% de los usuarios españoles compró un diario impreso la semana previa a la realización de la encuesta, acumulando así 18 puntos de desplome desde 2014. «Con carácter general, la cultura de lo gratuito se ha ido imponiendo en el mercado de la información y alcanza al 57% de los encuestados, que no compró nunca ni publicaciones impresas ni digitales para estar informado, siete puntos más que el año pasado».

Todos estos datos muestran «que la mayoría de los ciudadanos no está preparado para el pago, y los indicios sugieren que tampoco lo están para hacerlo en el futuro, al menos por el tipo de información no diferenciada, abundante (más de la mitad de los encuestados consulta más de 7 marcas informativas a la semana para estar informado) y gratuita que se ofrece actualmente».

 

Otros hechos destacados del informe:

Más información: 

Fotografía de cabecera: De izquierda a derecha, los investigadores que han realizado el Digital News Report:  y 

Autor de la fotografía: Manuel Castells

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