INVESTIGACIÓN ACADÉMICA SOBRE LA DESINFORMACIÓN EN ESPAÑA:  ASPECTOS ANTROPOLÓGICOS, ECONÓMICOS Y SOCIOLÓGICOS QUE LA MOTIVAN, HISTORIA, EXPANSIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL Y PROPUESTAS DE SOLUCIONES

INTRODUCCIÓN

La multiplicación de fuentes informativas y la facilidad para producir contenido en la actual sociedad hiperconectada y poder compartirlo masivamente han traído consigo incuestionables avances en cuanto a la creación de lazos entre comunidades, comunicación entre personas, pluralidad de opiniones, visibilidad de minorías, diversidad social, etc., pero ha implicado también, sobre todo en los últimos años, una mayor propagación de la desinformación y un aumento exponencial de su impacto, en cualesquiera de sus vertientes, pero sobre todo en lo que atañe a sus tres principales formas de manifestarse: las false news (noticias falsas), la “posverdad”, y la propaganda.

Tanto en lo que afecta a las false news, fake news, o noticias falsas o falseadas[1] como en la posverdad [2] y en la propaganda [3], su expansión pone en riesgo un valor irrenunciable de las sociedades democráticas como es el derecho a acceder a información veraz.

En una sociedad democrática, además de otros componentes necesarios para la formación de las personas, las informaciones veraces y los debates ayudan a los ciudadanos a configurar sus opiniones y a tomar decisiones. Privar de este derecho a los ciudadanos u ofrecerlo deliberadamente de manera sesgada y con fines de manipulación, socava por tanto uno de los pilares sobre los que crecen las comunidades democráticas.

El impacto de esa desinformación actual sobre la sociedad tiene, de manera principal, varias vertientes sobre las que son posible acometer iniciativas que tiendan a reducir considerablemente sus efectos.

Por un lado, en lo que atañe a los productores de las noticias falseadas; por otro, en lo que afecta a los receptores de esas informaciones falsas; es decir, los ciudadanos.

En el primer caso reseñado, los productores de noticias falsas o falseadas o de otros elementos desinformativos, el establecimiento de unos mecanismos que dificulten la difusión deliberada de estas noticias o frenen su propagación en cualquier ámbito, puede reducir el alcance de la desinformación, no desde una vertiente tecnológica, sino comunitaria, de filtros y cortafuegos, independientemente de las que puedan corresponder a órganos legislativos o judiciales.

De otro lado, la formación de los ciudadanos en una lectura crítica de la información, que permita descubrir cuándo se ha falseado la verdad con voluntad de manipular, puede ayudar también notablemente a frenar el impacto de la desinformación y no sólo ello, sino contribuir también a que los ciudadanos adquieran unas habilidades necesarias que les permitan enriquecerse de la diversidad de fuentes y de la riqueza de matices y opiniones que la era digital ha aportado.

 

CONVOCATORIA DEL CONCURSO

Para ayudar a buscar soluciones que reduzcan el impacto de la desinformación en la sociedad digital española, (para lo cual es necesario previamente, o al menos muy recomendable conocer las causas que la provocan, cuál ha sido su recorrido histórico, y su estado actual, circunscrito todo ello a un marco geográfico y sociocultural concreto, acompañado de un estudio de campo), la Fundación Luca de Tena, uno de cuyos objetivos primigenios es la defensa del periodismo como elemento vertebrador de las sociedades libres, y Facebook, convocan el concurso público “Investigación académica sobre la desinformación en España y aproximación a: aspectos antropológicos, económicos y sociológicos que la motivan, historia, expansión y situación actual y propuestas de soluciones”.

Al concurso podrán optar todas las universidades españolas , tanto públicas como privadas, a través de sus facultades de Humanidades y Ciencias Sociales (Ciencias de la Información, Sociología, Antropología, Psicología, etc.), que presenten una propuesta de investigación de acuerdo con las presentes bases.

 

Aplicaciones, Elegibilidad y Expectativas de los participantes

El concurso para la elaboración de la investigación está dotado con 62.000 euros.

Un jurado de reconocidos profesionales vinculados al mundo del periodismo, la comunicación, y el ámbito académico, cuyos integrantes se darán a conocer finalizado el periodo de presentación de propuestas, elegirá una única propuesta de entre las presentadas, resultando la ganadora de la convocatoria.

El jurado podrá declarar el premio desierto en caso de que ninguna de las propuestas presentadas se ajuste a las bases de la convocatoria, o no aporte elementos nuevos y diferenciales sobre la materia de la investigación.

Para participar en el concurso, las universidades interesadas deberán tener en cuenta las siguientes indicaciones a la hora de presentar la propuesta.

 

Las propuestas deben incluir:

 

Al solicitar este premio, en caso de resultar ganador del concurso, el adjudicatario acepta estas cláusulas:

 

Fechas y datos administrativos

El plazo para la presentación de propuestas se abrirá el 29 de enero y se cerrará a las 23:59 horas peninsulares de España (UTC + 2) del 3 de marzo de 2019. Cualquier propuesta que llegue fuera de ese plazo será automáticamente rechazada.

Un miembro del comité de trabajo enviará un acuse de recibo una vez se haya recibido la propuesta.

El jurado ejercerá su labor de análisis y selección durante el mes de abril. Su veredicto se dará a conocer públicamente durante la segunda semana de abril. El jurado podrá pedir aclaraciones al director del proyecto en caso de duda.

El proyecto vencedor del concurso deberá ejecutarse en 8 meses, a contar desde la segunda semana de abril hasta el 20 de diciembre de 2019, con lo que la versión final de la investigación deberá estar en poder de la Fundación Luca de Tena y Facebook antes del 20 de diciembre de 2019.

 

 

[1] Existen varias denominaciones para referirse a este tipo de noticias: las dos expresiones inglesas “fake news” y “false news”, y las españolas noticias falsas o falseadas. La diferencia entre noticias falsas y falseadas radica en el matiz de voluntariedad, adulteración o corrupción premeditadas que aporta el término “falseado”. Nos referiremos por tanto a ellas como noticias falsas o falseadas según el contexto, y definen aquellas informaciones falsas que se difunden o redifunden de manera intencionada con el fin de manipular la toma de decisiones personales, ridiculizar o desprestigiar personas o colectivos o ensalzar a otros con información falsa, obtener réditos económicos o de otro tipo, o simplemente por un malsano placer por desinformar y causar perjuicios a otras personas

[2] El fenómeno de la posverdad se da cuando los hechos, la realidad objetiva, tiene menos influencia en la opinión pública, que el llamamiento a las emociones y a las creencias personales. Es decir, la “realidad objetiva” queda minimizada o distorsionada ante la “realidad sentida”. La opinión es elevada a la categoría de verdad.

[3] La mentira organizada y difundida de manera repetitiva y por varios canales en la esfera pública, con el fin de influir en las sociedades.

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